Semillas de amapola
Las semillas de amapola, o mejor dicho su aceite, contienen una gran cantidad de ácido linoleico, uno de los ácidos grasos más valiosos, que se debe ingerir con la alimentación porque el cuerpo no lo produce. Para potenciar el sabor y los nutrientes de las semillas de amapola, hay que molerlar: así se vuelven un poco aceitosas y más aromáticas. Las semillas de amapola molidas no se pueden conservar mucho tiempo, ya que se enrancian muy rápido.